Cambio de look Solidario


Hace muchos años que llevo el pelo largo, desde que era adolescente, y lo consideré como una especie de "amuleto" o símbolo de distinción frente a otras carencias que tenía (o bien creía tener) de mi aspecto, y por falta de recursos para obtener elementos distintivos adecuados a mi contexto, que entonces consideraba sino imprescindibles, sí casi necesarios para la aceptación en el entorno.
Muchas personas admiraban e incluso envidiaban mi larga y abundante cabellera, (a la que yo ni si siquiera cuidaba de manera especial, simple herencia genética) y eso lo convertía en una herramienta útil para mi "gestión afectiva". En ocasiones me llenaba de gran cantidad de pequeñas trenzas que entrelazaba agílmente y sin pereza alguna, para otorgar a mi aspecto  algo que anhelé durante una larga temporada...ser negra...y también de paso conseguía ser sutilmente diferente, tal y como me veía por dentro.

Hubo un  momento, que tras mucho pensar sobre la importancia de mi pelo en mi contexto afectivo de aceptación estética, quise poner a prueba a mi entorno más cercano y también al casual, y aprovechando unas manifestaciones en favor del 0,7 que tuvieron lugar en Madrid en el año 1996, y e las que participé activamente, decidí como un acto  simbólico, cortarme el pelo muy corto, dejando atrás lo que yo consideraba mi mayor símbolo personal.
Es complicado de explicar, pero sentí que en occidente vivíamos de una manera frívola e inconsciente, de espaldas a otra realidad y quise simbolizar esa empatía o acercamiento al sufrimiento ajeno de millones de personas cortándome mechón por mechón, yo sola en casa, frente al espejo, como si se tratase de un campo de concentración, para saber lo que se siente cuando te despojan de cosas que para tí son importantes (y desde luego para mí el pelo lo era)...al fin y al cabo el pelo crece y no deja de ser un símbolo que roza lo ridículo o insignificante , ya que nadie sabe el sentido de tal acción, pero al menos a mí, si que me sirvió para sentirme más cerca de aquellos que no tienen nada.
Curiosamente las reacciones fueron mayoritariamente positivas y al hacerlo motivada por un asunto reivindicativo y solidario, eso me dio aún más fuerzas para reafirmarme en mi decisión.

(Para quien no sepa qué fueron esas manifestaciones del 0,7, aquí hay algo de información)
http://elpais.com/diario/1996/12/14/sociedad/850518004_850215.html
Y la web Oficial: 
http://www.plataforma07.org/historiadel07.html

La segunda ocasión en dar ese paso fue justo antes de irme a vivir a Italia en 2001, cuando  decidí cortarme de nuevo el pelo, esta vez aún más corto,  y esa vez fue por una búsqueda de mi "yo" interior que quería cambiar , incluida la situación en la que vivía y cuyo resultado fue una manifestación estética de esa necesidad de cambio,  acompañada también de un cambio de trabajo e incluso de país.

                             (en esta imagen ya estaba en Italia y llevaba más de 1 mes)

Pues bien, ha llegado la tercera ocasión en la que he decidido cortarme el pelo (hace unos meses me corté mi larga melena por comodidad, pero no eliminé en demasía el largo como sí he hecho ahora). De nuevo ha sido una decisión motivada por una necesidad de cambio, que aunque no tenga una consecuencia directa con el deseo de mejorar otras cosas más internas, sí ayuda a materializarlo.

Lo que tenía claro también es que quería que el acto simbólico del cambio de look, tuviera además un componente SOLIDARIO, y es que ese es otro de los cambios que quiero implantar en mi vida diaria, que cada acción efectuada lleve un componente constructivo, solidario y generoso.

No se si sabéis que el pelo se puede donar y hacer pelucas para personas que padecen cáncer, ya que por los fuertes  tratamientos pierden el pelo, y debido a ello, merma su estado de ánimo, siendo este último un factor fundamental para la mejoría de la enfermedad.
Gracias a colaborar desde hace dos años con la Asociación KIMO KAP (confección de pañuelos de colores para las cabecitas pelonas de los niños oncológicos), conocí esta preciosa opción solidaria que consiste en elaborar pelucas para niñ@s y también para mujeres que pierden el pelo y no pueden costearse el alto precio de una peluca, para así recuperar un poco la autoestima.

Yo, que estoy floja de autoestima con respecto a mi aspecto, me parecía una opción maravillosa cortar mi larga melena y donarla, precisamente para regalarle ese "chute" de autoestima a la persona que lo reciba sea quien sea, y que sienta esa parte de mi, que aunque parezca pelo muerto, está lleno de vida y de esperanza, que es lo que le deseo a la persona que vista su cabeza con el pelo que antes vistió la mía.

http://www.pekelucas.org/donar-pelo.html
Esta web es para donar el pelo para los niños con cáncer, por suerte el banco está lleno por lo que no aceptan más, pero hay otras iniciativas en toda España que lo gestiona, por lo que si quieres colaborar donando tu pelo, puedes buscar en tu provincia las peluquerías que colaboran con esta iniciativa.


http://www.mechonessolidarios.com/#!como-donar/c3jw


Porque al fin y al cabo....el Pelo Crece ;)


2 comentarios:

  1. Visa, me parece fantástico lo que estás haciendo. Es una lástima que mi pelo no pueda servir, es taannnn corto ajjajajaj.....creo que yo me lo corto tanto por el mismo motivo que tú te lo dejabas largo. ¡Como es la cabeza!
    Un besazo guapa.

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  2. Tere, tenemos muchas cosas en común, por eso nos entendemos tan bien y se que si tuvieses el pelo largo de nuevo, lo donarías sin dudarlo ;)
    Muchos besos preciosa!

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